Trazabilidad y Retiro

¿Su empresa es capaz de rastrear el 100% de las materias primas y producto terminado en cualquier momento?, ¿Cuentan con procedimientos desarrollados para el retiro y/o recuperación de estos productos?

Los programas de Trazabilidad y Retiro, son fundamentales para asegurar la inocuidad del producto. Se consideran programas reactivos, ya que, se activan al momento de realizar un ejercicio, un simulacro, o en caso de tener una crisis donde se tenga que rastrear, recuperar y/o retirar el producto del mercado.

Iniciemos con el Programa de Trazabilidad, el concepto de Trazabilidad viene de la palabra “traceability”, que, traducido al español, sería “rastreabilidad”, por lo cual se puede definir como la capacidad de rastrear un producto a lo largo de la cadena alimentaria.

El Codex Alimentarius define la “Trazabilidad” como la capacidad para seguir el movimiento de un alimento a través de una o varias etapas especificadas de producción, transformación y distribución.

Este programa tiene el objetivo principal de asegurar que la empresa tiene la capacidad de rastrear los materiales desde la recepción hasta el primer punto de distribución.

Igualmente, una vez rastreado el producto, necesitamos del Programa de Retiro para poder recuperar dicho producto sospechoso; en este Programa de Retiro es donde debemos describir cuáles serán los procedimientos a seguir en caso de recuperación o retiro de producto, a quién se le notificará, la disposición del producto (qué se hará con el mismo), entre otros aspectos relevantes.

La FDA (Food and Drug Administration) describe tres tipos de retiros y los clasifica en Retiro Tipo I, II y III. El retiro tipo I es cuando se presenta un riesgo grave para la salud de los consumidores, el retiro tipo II cuando hay probabilidades de consecuencias adversas en la salud de los consumidores y el retiro tipo III cuando el retiro no representa un riesgo apreciable para la salud de los consumidores, pero sí constituye una infracción.

Estos Programas son fundamentales y se deben ajustar a la realidad que manejan en la compañía para la cual labora, considerando sus procesos y tiempos de respuesta. Es importante destacar que el objetivo final de ambos programas es proteger la salud pública, la de sus clientes y sus familiares, que muchas veces son consumidores de los productos procesados en su industria.